Los espectadores de más de 160 países que han estado siguiendo la Copa Africana de Naciones han estado en contacto constante con una marca en las vallas publicitarias, en el campo y hasta en el propio nombre de la competición: Total Energies. La empresa de energía francesa firmó en 2016 un acuerdo para ocho años por el que su nombre estaría pegado a 1.500 partidos. El patrocinio del fútbol africano es una muestra de su creciente apuesta por África y refuerza la imagen de Francia en el continente como un actor geopolítico clave en la energía del continente.
A través de la petrolera, Francia está incrementando su soft power en zonas con poca influencia en el pasado en el este y sur de África. La energética —que nació como empresa estatal al igual que la española Repsol para luego privatizarse a excepción de un 1% de control público— se presenta como la principal baza geopolítica francesa tras su paulatina retirada en materia de seguridad, aunque esto puede también suponer problemas de reputación a futuro.
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