Sofia Alaoui: «Tenemos que romper con la necesidad de vincularnos con Occidente para que se nos escuche»
🇲🇦 La cineasta franco-marroquí participa en el ciclo de Ellas Son Cine de la Fundación Mujeres por África con su último largometraje, Animalia.
Desde bien pequeña, Sofia sabía que quería trabajar en el mundo del cine. Por eso, nada más pudo, se apuntó a la escuela de cine y al terminar, saltó directamente al mundo del guionaje y los cortometrajes. La joven cineasta franco-marroquí nació en Casablanca y, aunque ha vivido muchos años entre Francia y China, reside una gran parte del año en Rabat, desde donde nos habla para este medio.
Premio Especial del Jurado en Sundance y en Palm Spring, la película Animalia, uno de los últimos debuts cinematográficos de Sofia Alaoui ha recorrido las grandes pantallas de España, Estados Unidos, Canadá y Francia. “No es una película de ciencia ficción, no debemos de quedarnos con eso. Va mucho más allá”, cuenta Sofía a África Mundi.
Mañana jueves 6 de junio a las 19.30 se proyectará la película en la Sala Berlanga de Madrid bajo el ciclo de Ellas Son Cine de la Fundación Mujeres por África. Si quieres saber más sobre las directoras africanas que participan en las jornadas, no te pierdas este mapa que publicamos en África Mundi. Si, además, quieres estar al día de las últimas películas africanas en plataformas de streaming, este listado es lo más.
¿Por qué entraste en el mundo del cine a través del guionaje?
Empecé a leer guiones porque entonces sentía que el principal reto era escribir una historia y, al final, cuando lees muchos guiones para diferentes canales cinematográficos, tienes acceso a su funcionamiento. En Europa todo es muy competitivo, así que para mí fue muy importante alimentarme de ese conocimiento.
¿Y después?
Después empecé a hacer cortometrajes con mi teléfono, algunos con un poco de financiación. Con el tiempo y poco a poco fui construyéndome; ¿qué quiero hacer como cineasta? ¿Cómo quiero trabajar en un set de rodaje? ¿Qué tipo de combinaciones y de diferentes técnicas quiero utilizar? Realmente, he buscado mi forma de ser porque creo que ser cineasta implica también probar todo y encontrar tu voz. No puedes encontrar tu voz en una sola toma. Tienes que saber experimental quién eres haciendo películas.
En Animalia, tu última película, ¿qué es lo que has intentado transmitir? ¿Qué hay detrás de una película que, aparentemente, parece ciencia ficción?
Cuando la gente habla de Animalia como una película de ciencia ficción es molesto porque creo que lo sobrenatural es mucho más natural que la ciencia ficción. Animalia habla de tradición y de dogma, es más místico que la ciencia ficción. Yo crecí en entornos tradicionales en China y en Marruecos, donde la gente cree en Dios y tiene fe. Están arraigados en el milagro y esta es solo una forma de ver el mundo, como mi película.
Entonces, tu experiencia personal ha influenciado en gran medida la historia de la película, ¿no?
Sí, creo que hay mucha moral en mi película. ¿Qué es ser religioso realmente? En Marruecos, un país religioso, la gente vive en la modernidad y no son los musulmanes estereotipados que Occidente imagina. Tienen fe, pero las clases altas están rodeadas de ingentes cantidades de dinero, lo que les desconecta de ese entorno de austeridad religiosa y tradición. Puedes ser cristiano o musulmán, pero, ¿eres realmente espiritual? El arte es solo dogma.
¿Y cómo crees que recibirá Marruecos, tu país natal, a Animalia?
Todavía tiene que estrenarse en el Festival Nacional de Cine y hasta septiembre no llegará a los cines marroquíes. Yo creo que la recepción va a ser buena, ya lo ha sido en cierta forma. No es una crítica a la sociedad marroquí ni a Marruecos, sino que es una reflexión sobre el elemento sobrenatural, relacionado con la religión, que evidentemente está muy presente en Marruecos.
En el ciclo Ellas Son Cine de Fundación Mujeres por África se promueve el trabajo de cineastas africanas a lo largo del continente. ¿Cómo es la situación de la mujer que quiere entrar en el mundo del cine en Marruecos?
Creo que en el mundo del cine no hay grandes retos, la verdad. Somos incluso mejores que los hombres. Para mí lo más difícil no ha sido defenderme como mujer, sino como mujer joven frente a grandes productores franceses. En ese caso, a veces se hacía difícil defender la honorabilidad y trabajo de un equipo de mujeres jóvenes.
Tampoco creo que el debate deba de estar entre ser hombre o mujer, sino en nuestro contexto social: donde nacemos, de qué clase social venimos o si hemos podido estudiar o no en algún país occidental. Yo estudié en Francia y solo por eso, a pesar de ser marroquí, ya estoy vinculada a la sociedad occidental.
Tenemos que romper con la necesidad de vincularnos con Occidente para destacar, para que se nos escuche. Creo que es muy hipócrita cuando acudo a festivales y me presentan como película desde Marruecos o como cineasta marroquí. Yo no estoy ahí gracias a ser marroquí y a mi trabajo en Marruecos. Estoy ahí porque tuve el privilegio de vivir y formarme en Francia.