El Sáhara Occidental reenciende la mecha entre Argelia y Marruecos y amenaza la entrada de gas a Europa
Con la hegemonía regional en disputa y una progresiva escalada de tensión, Argelia ha anunciado durante la última semana el cierre de su espacio aéreo a Marruecos. La decisión afectaría a todas las aeronaves marroquíes, tanto civiles como militares, además de aquellas que tengan un número de matrícula proveniente de Marruecos.
La compañía aérea estatal, Royal Air Maroc es la principal aerolínea y fuente de ingresos del país. Operativo desde y hacia muchos países del Mediterráneo y del Magreb, la decisión de Argelia podría suponer el retroceso sobre el desarrollo turístico del país. La revancha desde Argel viene además provocada no sólo por la disputa territorial del Sáhara, sino también por su pérdida de terreno y relevancia diplomática dentro de Naciones Unidas. A ello se suma la creciente tensión económica después de que el Ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, anunciara que Argelia cerrará el grifo de gas hacia España a través de Marruecos. Una decisión que amenaza con paralizar el Magreb-Europa (GME), uno de los gasoductos más importantes para España y la Unión Europea.
Si hay algo que siempre permanece en el punto de mira es: el conflicto territorial por el Sáhara Occidental. Ha sido esta vez, y bajo el paraguas diplomático de Marruecos y Argelia, lo que ha tensado, de nuevo, las relaciones entre ambos países. Desde que, en noviembre de 2020, el Frente Polisario rompiera el alto al fuego en el conflicto por el Sáhara Occidental con Marruecos, la crisis no ha cesado. Argel reconoce haber asumido cuatro bajas, mientras que Rabat permanece indemne.