Quién pone cuánto: el dinero para adaptación al cambio climático, la prioridad de África en la COP29
🌍💵 La Conferencia del Clima en Bakú fijará los compromisos de financiación climática. África necesita hasta diez veces más dinero y busca que sean concesiones y no préstamos para no aumentar deuda.
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El 6 de septiembre, un fenómeno inusual ocurrió en el Sáhara. Tras dos días de intensas lluvias al sur de Marruecos, el desierto se llenó de agua. En pueblos del desierto como Merzouga se veían todavía un mes después pequeños lagos. Era la primera vez en 50 años que había inundaciones el desierto del Sáhara, y la belleza del agua sobre las dunas contrastaba con la emergencia. En apenas dos días llovió el equivalente a un año, lo que causó 17 muertos.
Poco más de un mes después, los efectos de la DANA en la provincia de Valencia muestran que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más recurrentes y devastadores. En África, estos se extienden por todo el continente y son de todo tipo. En lo que va de 2024, el continente ya ha sufrido más de medio centenar de desastres naturales entre inundaciones, tormentas, ciclones, incendios y sequías, que han afectado a 32 países y más de 35 millones de personas. En los últimos meses, más de una decena de países de África occidental y central se han visto gravemente afectados por las lluvias torrenciales y las inundaciones, con efectos devastadores en las vidas de millones de personas.
A pesar de ser el continente con menores emisiones de gases de efecto invernadero (apenas un 4%), sobre los países africanos recae de forma desproporcionada el peso del cambio climático, generando terribles pérdidas económicas, humanas y medioambientales.
El problema ya no es cómo frenarlo, sino cómo prepararse para que sus efectos sean los menores posibles tanto en vidas como en el impacto económico. Los países africanos son los que menos recursos tienen de adaptación y para 2040 el cambio climático generará pérdidas equivalentes al 5% del PIB africano.
La enorme brecha en el acceso a financiación climática es el tema central de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29), que se celebra entre los días 11 y 22 de noviembre en Bakú, capital de Azerbaiyán. Las dimensiones de esta COP no tienen nada que ver con las del año pasado en Dubái, cuando se superaron los 80 mil asistentes. Bakú reunirá en total a apenas la mitad de personas, con importantes ausencias como las de los jefes de Estado de Egipto, Nigeria, Marruecos o Sudáfrica en el plano africano. Del continente harán acto de presencia veinte jefes de Estado, cuatro primeros ministros y siete vicepresidentes confirmados para Bakú.
Esta cumbre, que ya ha recibido el sobrenombre de la COP de las finanzas, es clave para fijar un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG), el mecanismo oficial que marca el dinero disponible para apoyar a los países en desarrollo en su adaptación climática. Esta COP tratará algunos asuntos de especial relevancia para el continente, por lo que los países africanos han hecho un importante esfuerzo por llevar una postura cohesionada e intentar introducir sus prioridades en la agenda climática.
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