¿Quién domina el fútbol en África?
⚽ Egipto es el país rey con más títulos de la Copa Africana de Naciones, seguidos de Camerún con 5.
El fútbol es el deporte más seguido en todo el mundo. También en África. Allí es casi como una religión, con sus fieles siguiendo principalmente las ligas extranjeras. El sueño de todo niño: jugar en Europa. Inglaterra se lleva la palma en la mayoría de países, donde la experiencia colonial ha dejado huella. En asentamientos informales de ciudades como Nairobi puedes ver bares con pantallas de plasma con nombres de estadio europeos como San Siro o Highbury que cobran entrada para ver partidos en directo.
Las ligas locales son menores, y aunque atraen mucha atención, es cuando compiten las selecciones nacionales cuando se celebra el fútbol africano. A pesar de la afición alrededor de cualquier rincón del continente, no todos son igual de buenos. Los campeones de la Copa Africana de Naciones reflejan un interés y calidad diferenciada por países, pero también por subregiones. Desde su fundación en 1957 14 de los 55 países del continente han ganado la Copa Africana de Naciones.
Egipto domina el palmarés con 7 títulos de la Copa Africana de Naciones. Los Faraones, como se conoce a la selección egipcia, son también el único combinado en ganar tres ediciones seguidas. El Magreb es, sin duda, la región que más talento y títulos ha traído al continente, reflejado también en sus clubes de fútbol, los más potentes del continente. Excepto Libia y el Sáhara Occidental, todos los países han ganado el máximo trofeo continental de futbol al menos una vez. Marruecos, Túnez y Sudán lo han hecho en una ocasión, mientras que Argelia consiguió su segunda Copa África en la última edición celebrada en 2019. Los Zorros del Desierto, mote de la selección argelina, son de las favoritas y más en forma de los últimos años.
Más allá del desierto del Sáhara, África Occidental domina el panorama futbolístico. El anfitrión de esta edición, Camerún, es segundo en el palmarés con cinco títulos. La mayoría de ellos los ha conseguido en el siglo XXI: dos de ellos seguidos entre 2002 y 2004 con el delantero Samuel Eto'o al frente y el último en 2017. Este año buscan ganar en casa y acercarse a Egipto. Tras ellos están Ghana, con cuatro, Nigeria, con tres y Costa de Marfil, con dos, potencias futbolísticas venidas a menos. A pesar de ello, el combinado ghanés estuvo a un penalti de ser la primera selección africana en entrar en semifinales de un Mundial de Fútbol en 2010 en Sudáfrica, el único torneo también celebrado en suelo africano. África Occidental destaca ahora por nuevas fuerzas como Senegal, que busca su primer título, y países donde crece la calidad como Guinea y Mali.
En el resto del continente destaca el vacío. Quitando a R.D. Congo, que ganó su segunda y última copa en 1970, ningún país ha ganado más de una vez. Destaca el vacío en el este y en el sur de África, donde tan solo Etiopía, Sudáfrica y Zambia, que dio la sorpresa en 2012, tienen títulos.
El factor colonial, la diáspora
Una posible explicación es la incidencia de las fuerzas coloniales. La mayoría de títulos han sido obtenidos por excolonias británicas, con 17, seguido de Francia con 12.
Un debate duradero es del rol de los países europeos reclutando a futbolistas nacidos o con origen en sus antiguas colonias, pero que desarrollan sus carreras en Europa. Francia ganó el último Mundial de Fútbol con 12 de sus 23 jugadores con ascendencia en 9 países africanos, lo que llevó incluso a algún medio a titular que había ganado África el mundial. Sin embargo, esta tradición es menor en Reino Unido.
El modo de gobierno colonial es una explicación a ello. Mientras que Reino Unido potenció un sistema indirecto de gobierno basado en apoyos con líderes locales en zonas rurales, Francia gobernaba sus colonias desde la metrópolis y las incluyó incluso en la Asamblea Nacional, donde se ejercía el poder político. Eso llevó allí a líderes locales, quienes a lo largo de los años se han asentado formando un mayor arraigo.
El Magreb y África Occidental dominan el fútbol ante regiones como el sur o el Este, donde el talento futbolístico ha sido menor que en otras disciplinas como, por ejemplo, el atletismo.