Queda inaugurada la Gran Presa del Renacimiento
Con un boli táctil sobre una pantalla, Abiy Ahmed dio comienzo el domingo al mayor proyecto de Etiopía: la Gran Presa del Renacimiento. Once años después de poner la primera piedra, la presa ha comenzado a generar electricidad a pesar de no estar completada y sin llegar a un acuerdo con Egipto y Sudán, quienes reclaman su ilegalidad al estar sobre el río Nilo que pasa por sus países.
Vamos por partes. El proyecto es mastodóntico lo mires por donde lo mires. Tiene 145 metros de alto y 1,8 kilómetros largo, ha costado 3,7 mil millones de euros y prevé duplicar la capacidad eléctrica de Etiopía, produciendo 5.000 megavatios de electricidad. De momento, no está sino empezando. Ahora se ha comenzado con 375 megavatios y solo se ha llenado 13,5 mil millones de metros cúbicos de los 74 mil millones que puede albergar.
Ahora, el problema viene por su ubicación. La Gran Presa del Renacimiento está ubicada en el Nilo Azul, que nace en Etiopía, justo en la frontera con Sudán y acaba en Egipto. Ambos países dependen prácticamente del río y temen que la corriente disminuya con la nueva presa. Egipto además reclama derechos históricos del Nilo que datan de 1929, refrendados treinta años más tarde cuando se le adjudicó dos tercios de sus aguas, por un 22% para Sudán. Sin embargo, Etiopía no formó parte del acuerdo y niega que sea vinculante. El problema es tal que se ha rumoreado un conflicto mayor entre ambas naciones, pero por el momento esto no ha ocurrido. Ahora Egipto ha criticado el paso tomado por Etiopía y, aunque una guerra abierta parece lejana, habrá que estar atentos a la escalada de tensión.