¿Qué es la piratería marítima y qué impacto tiene en África?
⚓️ La piratería marítima en África ha cambiado el foco geográfico, desplazándose desde Somalia hacia el Golfo de Guinea, que en 2021 concentró la mitad de los secuestros a nivel mundial.
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¿Sabías aún existen los piratas? Y no, no tienen loros, ni calaveras, ni garfios. Y tampoco viven en el Caribe. De hecho, gran parte de los ataques se encuentran en África Occidental y Oriental. Cuando pensamos en piratas, es fácil que nos vengan a la mente películas como Capitán Phillips o Piratas del Caribe. Sin embargo, la piratería actual no es una simple ficción de Hollywood ni algo del pasado: es una crisis que afecta a la estabilidad y el desarrollo de muchas regiones. Pero, ¿qué es la piratería?
El término peiratès, popularizado en la época helenística, deriva de peiraô, que significa “probar” o “intentar”, y describe a alguien audaz y desafiante de las normas. Sin embargo, la piratería es mucho más antigua y peligrosa de lo que el romanticismo histórico sugiere.
Según el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, la piratería marítima es “todo acto ilegal de violencia o de detención o todo acto de depredación cometidos con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de un buque privado o de una aeronave privada y dirigidos: (i) contra un buque o una aeronave en alta mar o contra personas o bienes a bordo de ellos; (ii) contra un buque o una aeronave, personas o bienes que se encuentren en un lugar no sometido a la jurisdicción de ningún Estado”.
La piratería no solo amenaza a las comunidades costeras, sino también al comercio internacional, ya que más del 80% del comercio mundial se transporta por mar. Sus raíces se encuentran en problemas profundos y complejos, como la pobreza extrema, el desempleo crónico y el colapso de los Estados, factores que crean un entorno propicio para que estas actividades ilícitas prosperen.
Piratería en África: de Somalia al Golfo de Guinea
La piratería marítima en África ha cambiado de enfoque geográfico con el tiempo, desplazándose desde Somalia hacia el Golfo de Guinea, que en 2021 concentró la mitad de los secuestros a nivel mundial.
En los años noventa, Somalia se convirtió en un foco de piratería tras la caída del dictador Mohamed Siad Barre. En un contexto de Estado fallido, la piratería se organizó cada vez más, afectando rutas comerciales clave como el canal de Suez, el sur y sudeste asiático y el Cabo de Buena Esperanza, lo que impactó severamente el suministro energético y la estabilidad de la región.
Los ataques, motivados principalmente por el rescate económico, se intensificaron en áreas como el Golfo de Guinea en estos últimos años, donde la ausencia de marinas locales efectivas dejó estas aguas vulnerables. Sin embargo, los esfuerzos internacionales en seguridad marítima han logrado reducir significativamente los incidentes en el continente africano.
Aunque en el último año se registró el menor número de ataques desde 1994, la violencia de los incidentes ha aumentado, y Somalia, tras varios años de relativa calma, ha vuelto a reportar actividad pirata.
¿Cuál es el modus operandi?
La piratería ha evolucionado significativamente en su forma de actuar. Lo que solía ser el saqueo de mercancías a bordo de los barcos ha dado paso al secuestro de tripulantes, quienes son tomados como rehenes para exigir un rescate y cada vez son más violentos.
Para contrarrestar estas amenazas, se han implementado innovadoras medidas de seguridad, como las denominadas habitaciones del pánico. Estas habitaciones están construidas con materiales avanzados, como cristales ultraligeros y resistentes, que actúan como barrera física entre los atacantes y los tripulantes. Además, permiten manejar la embarcación desde su interior y mantienen la capacidad de comunicarse con el exterior, lo que es esencial para solicitar ayuda o coordinar una respuesta ante la amenaza. A su vez, las habitaciones cuentan con reservas de alimentos y agua suficientes para varios días.
La implementación de estas medidas ha demostrado ser efectiva en la mayoría de los casos, siempre y cuando vayan acompañadas de otras medidas preventivas. Sin embargo, los piratas también han aprendido a adaptarse. Un claro ejemplo de esto ocurrió en el ataque a la embarcación MV Mozart, cerca de Santo Tomé, cuando los piratas lograron ingresar a la habitación del pánico utilizando explosivos. En este ataque, quince tripulantes fueron secuestrados y uno de ellos murió.
Este incidente subraya que, a pesar de los avances en seguridad, los ataques continúan evolucionando, lo que mantiene a la industria en constante alerta. A pesar de que se hayan tomado más medidas de seguridad y se haya invertido en guardias costeras, los piratas se han desplazado mar adentro y han adoptado otras formas de atacar las embarcaciones.
La lucha contra la piratería: cooperación regional e internacional
La cooperación internacional y regional ha sido fundamental en la lucha contra la piratería en el Golfo de Guinea y en Somalia. A través de diversas iniciativas conjuntas, los países de estas regiones han logrado reducir significativamente las amenazas marítimas y fortalecer la seguridad en sus aguas. Un ejemplo destacado es la Operación Atalanta en Somalia, liderada por la Unión Europea desde 2008, que ha servido como modelo de referencia para misiones de seguridad marítima a nivel global. Esta operación se centra en la seguridad de las aguas internacionales, con objetivos como la disuasión de la piratería y los asaltos armados, así como el respaldo al sector marítimo, garantizando la libertad de navegación y el comercio. Gracias a su enfoque cooperativo, ha sido clave para estabilizar la región, protegiendo a los buques de la piratería y ofreciendo un marco efectivo de colaboración entre diversas fuerzas internacionales.
Por otro lado, la Cumbre de Yaoundé, celebrada en junio de 2013, marcó un hito en la cooperación regional, reuniendo a los jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) y la Comisión del Golfo de Guinea para abordar la seguridad marítima en la región. Durante el evento, se adoptaron estrategias clave para combatir la piratería y actividades ilícitas en el Golfo de Guinea, y se creó un Centro de Coordinación Interregional en Camerún. Esta cumbre reflejó un compromiso sólido por parte de los países africanos para fortalecer sus capacidades y enfrentar de manera efectiva las amenazas a la navegación en el Golfo de Guinea.
Sin embargo, para alcanzar una solución integral y duradera, es necesario abordar las causas subyacentes de la piratería. Esto implica mejorar las oportunidades económicas, fortalecer la industria naval y fomentar sectores como la pesca y otros, con el fin de crear condiciones económicas sostenibles. Estas iniciativas son esenciales para ofrecer alternativas viables a las comunidades vulnerables, reduciendo así la dependencia de actividades ilícitas y generando estabilidad a largo plazo.
Solo con una cooperación continua y un enfoque integral que combine seguridad y desarrollo económico, se podrá asegurar un futuro más próspero y estable para las regiones del Golfo de Guinea y Somalia, y garantizar la protección de sus rutas comerciales cruciales para el bienestar global.