Nigeria declara la guerra a Twitter y China sonríe
Uno ya no puede conectarse a Twitter en el país más poblado de África. El gobierno de Nigeria ha suspendido indefinidamente la red social estadounidense tras eliminar un tuit y suspender durante 12 horas la cuenta del presidente, Muhammadu Buhari, por violar sus leyes internas. El mandatario había prometido "tratar en el lenguaje que ellos comprenden" a los rebeldes que llevan atacando edificios gubernamentales, estaciones de policía y oficinas electorales en la región sureste del país. El gobierno acusa al grupo rebelde Red de Seguridad del Este, nacido del principal movimiento de la guerra de Biafra, de estar detrás de los ataques. Tras su tuit nació la campaña #IamIgboToo en defensa de la población local.
Twitter consideró que el tuit incitaba a la violencia contra la población de una región que vivió la guerra de Biafra, pero el ministerio de Información dijo que no podía ser que una compañía decidiera lo que se pueda o no decir. El gobierno ya llevaba un enfado con la red social tras decidir abrir su primera oficina en África en la vecina Ghana en lugar de en su territorio y acusó a la compañía de dejarse llevar por la mala imagen que dan los medios de Nigeria tras las protesta #EndSARS del pasado octubre. Entonces, el CEO de Twitter, Jack Dorsey, apoyó una campaña de donación para los manifestantes que demandaban acabar con el cuerpo policial de acción rápida.
Hace unos meses, el ministro de Información, Lai Mohammed, ya pedía regular las redes sociales, territorio donde se organizan la mayoría de protestas contra el gobierno. El cierre de Twitter supone también una victoria para China contra Estados Unidos por la visión de cómo debe ser internet. El gigante asiático recibe el apoyo de la principal potencia de África subsahariana para su modelo de "soberanía de internet" por el cual considera que los gobiernos deben poder controlar lo que ocurre, contrario al ideal estadounidense de un internet libre y abierto a todo el mundo, sin control estatal.