Golpes de Estado en África
🪖 El Sahel concentra los gobiernos militares: de los 20 golpes exitosos en el siglo XXI, 13 han sido en la región, con Sudán y Mali liderando con 3 cada uno.
¡Hola! Soy David. Supongo que si nos sigues ya sabes que ha habido un golpe de Estado en Níger y que la cosa se puede enfangar hasta una guerra entre países de África occidental inédita. Para no perderte nada te recomiendo que nos sigas en Twitter e Instagram donde no paramos de actualizar la última hora. Yo no paro de salir en medios, en la vida he estado tan solicitado y hablando con un amigo decíamos: joe, por un lado qué bien pero por otro qué rabia que salgas solo por golpes y guerras.
Hace tiempo que queríamos hacer un mapa sobre los golpes de Estado en África, pero queríamos aprovechar un gancho y qué mejor momento. Hemos tenido dudas en cómo acotarlo: si hacemos todos desde la independencia o no, si sólo los últimos años, si solo los del Sahel, si sólo los exitosos o todos… al final hemos hecho un mapa con todos los golpes, intentos y exitosos, en el siglo XXI en todo el continente.
Este mapa demuestra dos cosas importantes:
Que el Sahel es la zona más propensa a golpes de Estado en los últimos veinte años.
Que la mayoría de países de África no sufren golpes de Estado, ni tienen visos de ello.
En el mapa podemos ver que Mali y Sudán lideran con tres golpes exitosos en lo que llevamos de siglo, seguidos por República Centroafricana, Níger y Mauritania con dos.
¿Por qué el Sahel?
Esto es importante dejarlo claro antes de continuar: no toda África sufre una epidemia golpista ni el Sahel, sino que esta se concentra en una región inestable por varios motivos: el cambio climático, la violencia yihadista, la desgobernanza y la pobreza sistémica, todos entrelazados entre sí.
El avance del cambio climático ha dejado a agricultores y ganadores al sur del desierto del Sáhara sin cultivos ni comida para dar a sus reses, llevando incluso a grandes conflictos por la tierra entre ellos como en el norte de Nigeria. A su vez, la pobreza es rampante en la región. Desde 1990, Níger ha ocupado el último puesto en el Índice Mundial de Desarrollo, solo saliendo los dos últimos años tras caer a la cola Sudán del Sur. Todos los países del Sahel están en los últimos veinte puestos.
Ese cambio climático que ha dejado sin trabajo, ingresos y comida a millones de personas ha hecho que florezca el yihadismo. Este gráfico de cómo se ha secado el Lago Chad, ubicado en las fronteras entre Níger, Nigeria Chad y Camerún, es una muestra de ello. En lugar de pescar y arar, muchos han optado por el dinero fácil de una amalgama de grupos fundamentalistas islámicos que a su vez compiten entre ellos. El comercio ilícito de armas, personas en la ruta de migración a Europa y droga es también fuente de ingresos e inestabilidad en la región.
A esa amalgama de factores hay que sumarles otros dos importantes: la cuestión étnica/religiosa y la geográfica. Por un lado, en países como Mali la diferencia entre norte y sur es enorme, siendo los del norte en su mayoría tuaregs árabes y en el sur africanos de raza negra. Esos conflictos intrínsecos nacidos del colonialismo entre comunidades se exacerban conforme el hambre florece.
Por otro está también el tamaño de estos países. Niger es más del doble de grande que España con 1,2 mil kilómetros cuadrados, un territorio inabarcable para un gobierno cuyo Ejecutivo radica en Niamey, en la punta suroeste del país. Es como si España fuese gobernada por Huelva y de Madrid para arriba fuese todo desierto, con gentes completamente distintas en cultura, religión y modo de vivir que en el sur. La pobreza hace que el gobierno no tenga capacidad económica ni técnica de abastecer con servicios a toda la población, dejando miles de kilómetros en desgobierno y donde los ciudadanos tienen que buscarse la vida para salir adelante.
Autoritarismos en el resto
Si salimos del Sahel, la tendencia que vemos es de golpes de Estado en países ya autoritarios de antemano. Es así en Egipto, República Centroafricana o Madagascar. Eso sí, hay tres que cabe destacar: Zimbabue, Chad Túnez. En ambos se dio una especie de autogolpe para mantener el poder, pero de una forma distinto. En 2017, la vieja guardia del ZANU-PF, partido del poder en Zimbabue, temía que Robert Mugabe eligiese a su mujer como sucesora y dieron un golpe de Estado con el Ejército para evitarlo y hacer la solución pactada y natural dentro del rango político, con Emmerson Mnangagwa, vicepresidente, ascendiendo a la presidencia. No fue un militar quien tomó el mando, sino otro político.
En Chad pasó una cosa similar, pero de manera más trágica. El dictador Idriss Déby falleció en combate en abril de 2021 mientras dirigía la ofensiva contra rebeldes al norte del país. Su muerte generó una situación inesperada que aprovecharon los militares para seguir la senda familiar: dieron un golpe de Estado y pusieron a su hija, Mahamat Déby Itno, al poder, en lugar de sucederle el vicepresidente de manera momentánea y celebrar elecciones. Un golpe que, eso sí, fue apoyado por un Occidente ya que se aseguraba la continuidad de uno de sus socios más férreos en la región.
Por último, Túnez es el ejemplo más extraño de un golpe. En 2021, Kais Saied, elegido democráticamente como presidente en septiembre de 2019, dio un autogolpe de Estado para destituir a todo el gobierno y acabar con las instituciones democráticas, centralizando en sí mismo el poder. Es decir, un golpe que no quita a un presidente, sino a todo el que hay a su alrededor.
Países sin golpes
En el mapa hay mucho país en gris. En el siglo XXI se habían reducido hasta el último lustro los golpes de Estado, con países como Nigeria que tenía una larga historia con su periodo más estable y democrático.
Ahora, hay una serie de países que jamás han sufrido golpes de Estado. Estos son Botsuana, Sudáfrica, Cabo Verde, Malaui, Namibia, Eritrea y Mauricio. Hay varios patrones a tener en cuenta aquí: por un lado la mayoría son del cono sur, la región más desarrollada, democrática y estable. A eso hay que sumar dos países que son pequeñas islas, Cabo Verde y Mauricio. El último en discordia es Eritrea, que nació en 1991 y ha sido desde entonces uno de los países más autoritarios del mundo con la mano férrea de Isaias Afwerki.
A ellos se suman Kenia, Marruecos y Camerún como países donde sí ha habido un intento pero nunca ha fructificado un golpe. En total, contando los últimos tres, 10 de los 54 países africanos no han sufrido nunca un golpe, pero la mayoría solo ha sufrido uno, con tan solo una serie de países sufriendo recurrentemente.