Níger, oasis electoral en medio del desierto
El próximo domingo 21 de febrero Níger tendrá nuevo presidente. Si todo va bien, Mahamadou Issoufu cederá la presidencia por primera vez de forma democrática y pacífica desde que el país se independizara de Francia en 1960. Llegado al poder un año después del golpe de Estado en 2011 que derrocó a Mamadou Tandja.
Issoufou ha cumplido con la Constitución y tras dos mandatos se marcha tras gobernar en paz mediante un complicado balance político. El presidente ha conseguido calmar la revuelta Tuareg dando el puesto de primer ministro a Brigi Rafini, político de esta etnia a la par que ha conseguido aumentar el PIB de 8,7 mil millones de dólar a 12,9% mil millones entre 2011 y 2019. Sin embargo, la pandemia ha afectado al crecimiento del país y su capacidad de pagar la deuda externa, así como los avances en la lucha contra la pobreza, que todavía afectaba a un 41,4% de la población en 2019. Otro de los grandes retos a los que se enfrenta el país es la creciente actividad yihadista en el Sahel. Los ataques se han triplicado y se han duplicado las víctimas en los dos últimos años. En la primera ronda de las elecciones un ataque terrorista en dos pueblos mató a 100 personas y desplazó a 10.000. Esta misma semana se reunía el G-5 Sahel con Francia en la capital nigerina, Djamena, para tratar de remediar la creciente violencia.
Su sucesor será el candidato de su partido, el hasta ahora ministro de Interior, Mohamed Bazoum, de 61 años, o el expresidente Mahame Ousmane, de 71 años. Bazoum venció en la primera ronda con el 39,3% de los votos, pero al no llegar a la mayoría absoluta se celebra esta segunda vuelta. La coalición Cap 20-21, entre la que está el partido de Ousmane, han dicho que votarán por el candidato opositor, apoyados a su vez por el exprimer ministro y candidato presidencial en 2016 Hama Amadou, cuya candidatura fue invalidada tras haber sido condenado por tráfico de menores tan solo meses después de perder en lo que sus seguidores consideraron un juicio político. Mientras, la alianza ACC liderada por el también expresidente Salou Dijo, que podría decantar la balanza con un 10% de apoyo, ha dicho que apoyará a quien cuente con ellos en el próximo gobierno.