Thierry Burkhard llegó a Mali a principios de septiembre en su tour por el Sahel, pero para su sorpresa no pudo ver a Sadio Camara. El ministro de Defensa maliense envió a sus subalternos para reunirse con el jefe de personal de las fuerzas armadas francesas. Él estaba ocupado negociando con una entidad rusa la llegada de más de 1.000 mercenarios privados para apoyar a su ejército en la lucha contra el islamismo.
La filtración de un acuerdo cercano entre el gobierno de Mali y la organización rusa Wagner Group ha pillado a contrapié a Francia. En junio, su presidente Emmanuel Macron anunció el fin de la Operación Barkhane tras más de ocho años contribuyendo con tropas a la lucha antiyihadista. En total, el país cuenta con 5.1000 soldados desplegados por la región.
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