Machi mushkil: aproximaciones al destino magrebí
🇲🇦 El libro de Analía Iglesias relata un Marruecos con sus tradiciones, sus ritmos e incluso, hasta lo que más duele: sus puertas entreabiertas.
Autora: Analía Iglesias
Editorial: ediciones en el mar
Género: Poemario
Año de edición: 2021
Precio: 15 euros
Páginas: 76
País: Marruecos
Un soplo de aire fresco. Una brisa, como la del Atlántico, sale del libro de Analía una vez te sumerges en sus letritas, como dice ella. Lo que al principio parece un breve y sencillo poemario termina por ser una profunda crónica -o crónicas- sobre la sociedad marroquí. Con sus tradiciones, sus ritmos e incluso, hasta lo que más duele: sus puertas entreabiertas.
El libro de Analía es un soplo de aire fresco porque trae consigo una realidad que no todos conocen y que solo descubres cuando vives aquí. Pero no como una turista que se pierde en Marrakech o se emboba con la preciosidad de la medina de Rabat. No. Solo descubres lo que cuenta Analía cuando te sumerges en los cimientos de sus ciudades y tratas de construir sus vigas.
Un libro que no tardarás más de una hora en leer, pero que te catapulta a las calles de Rabat, a los rincones del Atlas y a unos escritos, recopilados por Analía a lo largo de los cuatro años que vivió en el país y que ahora recoge en el poemario.
Analía Iglesias nació en Argentina, y reside en España desde hace casi dos décadas. Escritora y periodista, colabora con El País y otros medios, en temas culturales y de género, derechos humanos, ciencia y medio ambiente. Ha publicado una novela, Si los narcisos florecen, es revolución (Ed. Cuarto Centenario), y dos libros de ensayo (Ed. Catarata), en coautoría, sobre la afectividad de esta época. Además, escribe biografías sobre mujeres en la Historia para RBA. Vivió casi cuatro años en Rabat, la capital marroquí, donde fue docente universitaria, cofundó el espacio cinematográfico Casa-Docks, en Casablanca, presentó la sección documental del Festival Internacional de Cine de Mujeres de Salé y organizó otros ciclos de cine y debates en Marrakech.
Qué hermosa reseña. Mil gracias por esa lectura atenta