Museveni reelegido, Bobi Wine retenido
"El problema de África y Uganda en particular no es su gente, sino sus líderes que intentan perpetuarse en el poder". Esas palabras las pronunció en 1986 Yoweri Museveni en su libro ¿Cuál es el problema de África? Desde ese mismo año es el presidente de Uganda y lo seguirá siendo cinco años más, hasta que cumpla 81 años y 40 en el cargo, tras vencer en el recuento oficial con un 58,64% de los votos.
A más de veinte puntos, con un 34,83%, se quedó el opositor Bobi Wine, quien ha denunciado fraude generalizado en medio de un corte de internet y tras ser retenido en su domicilio, cercado por militares que no dejan entrar y salir nadie. A ello se le ha unido la redada a las oficinas de su partido. Wine no ha podido salir de su casa tras votar el jueves y ha urgido que se rompa el bloqueo ya que se están quedando sin comida. El ya oficialmente líder de la oposición ha asegurado que tiene vídeos que prueban las irregularidades, entre las que menciona papeletas pre-marcadas, soldados forzando a ciudadanos a votar a Museveni y llenado de urnas con papeletas. Sin embargo, Wine asegura que su equipo no puede mostrarlo debido al corte de internet. Una táctica que se une a la desinformación y que políticos propagan no solo en África, sino en todo el mundo.
La criminalización de la oposición es una tendencia creciente en el continente, vista ya en países como Tanzania, Etiopía, Camerún y más países. Reino Unido ya ha pedido que se investiguen los hechos, pero a pesar del apoyo de Occidente a los esfuerzos de Wine por asegurar unas elecciones libres, la realidad es que los países más democráticos han hecho la vista gorda ante los excesos de Museveni en un país que de aquí poco será productor de petróleo y en el que no desean inestabilidad visto el panorama de la región. Museveni ha dicho ya que no permitirá interferencia extranjera en los resultados oficiales, y está por ver cómo avanzan la poscampaña electoral, silenciada por el apagón digital.