Libia, en busca de normalidad al décimo año sin Gadafi
El 20 de octubre de 2011 salieron las imágenes del cuerpo de Muamar el Gadafi, asesinado por rebeldes libios que apoyaba la OTAN. Escondido en una alcantarilla tras ser interceptado huyendo de Sirte por fuerzas británicas, murió golpeado por rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT) que se había hecho con el control de la capital, Trípoli. Diez años después, Libia sigue siendo un país roto. En diciembre buscan un futuro en común con las elecciones presidenciales.
Este lunes el primer ministro, Abdul Hamid Dbeibah, confirmó ante fuerzas extranjeras de la ONU, países árabes, Estados Unidos, Francia e Italia los comicios para el 24 de diciembre. A ellos se espera que se presente también tras el mariscal Khalifa Hafter, controla gran parte de la población pero no es reconocido como el mandatario por Occidente.
Este sábado ambas partes anunciaron un alto al fuego definitivo que da pie a una potencial salida de una guerra civil interminable. El apoyo o no de Hafter a los comicios y la aceptación de los resultados por todos los contendientes, incluida la comunidad internacional al completo, será clave para la paz y estabilidad de Libia.