Las voces de Marrakesh
Autor: Elias Canetti
Editorial: Pre-Textos
Género: Viajes/Narrativa
Año del libro: 1996
Precio: 15'00€
Páginas: 122
Lugar: Marruecos
Mucho más que una guía de viajes
21 de agosto, 45 grados, Marrakech. El 21 es un día especial, mi padre cumple años. Hace 15 años era más especial aún, lo celebrábamos en Marrakech. Allí nos reuníamos familias, de aquí y de allí, amigos, cercanos y lejanos, e incluso, algún conocido que otro. Pasábamos un mes entero entre oasis, palmeras que querían ser rascacielos y gente, mucha gente. Recuerdo que mi padre hacía de su cumpleaños un festival. Aquello era lo más cercano a estar en una boda al puro estilo marroquí, pero sin compromiso de por medio. De pequeña corríamos, solo cuando el sol amainaba, en la Plaza Jemaa el Fna. Hacíamos varias pit stops: primero en el puesto de licuados y batidos. Colorido, rebosaba todo tipo de frutas y verduras. Nos perdíamos por las calles del zoco, jugábamos a regatear - en eso mi madre tiene experiencia de sobra - y terminábamos la jornada devorando un bocadillo con huevo y comino y un bol de caracoles. Hace más de 10 años que no he vuelto. Mentira, ahora sí. Con Elias Canetti. Su relato, lejos de parecerse a la forma y tiempo de la Marrakech que yo viví y conocí, evoca los olores, colores y vibras que solo la ciudad marroquí consigue provocar. Canetti viajó en 1954 a Marrakech y solo se atrevió a bosquejar sus experiencias personales en la ciudad una vez volvió a Londres. Con aliento y oxigenado. ‘Las voces de Marrakech’ no es una guía de viaje. Ni siquiera pretender serlo. Son unas notas de viaje, sinceras, que exponen las diferencias sociales y los impactos culturales. Todo ello con ojos curiosos dotados de conocimiento. Canetti nació en el seno de una familia hispanohablante de judíos sefardíes en Bulgaria. En su viaje a Marrakech, se quita sus gafas familiares y fluye con el sonido de las bocinas y el olor de las brasas. Con un lenguaje no tan habitual al que solemos acudir y leer en estos tiempos, Canetti es capaz de hacer de su obra una lectura fácil y sencilla. Es una novela personal recomendada a todos los que, como yo, echan de menos Marruecos o que, como muchos otros, se mueren por conocerlo. Elias Canetti nació en Bulgaria en el seno de una familia de origen judío sefardí. Poco después, se trasladó a Manchester, en Reino Unido, y tres años más tarde, tras la muerte de su padre, se trasladó a Viena, Austria. Su vida se desarrollará entre lenguas, culturas y países. A ello hace referencia en muchas de sus obras. El español sefardí, su lengua familiar. El búlgaro, también. Para el autor, la lengua es una elección en la que es relevante la decisión de su madre. Canetti se ha convertido en uno de los autores más relevantes del siglo XX en la literatura de lengua alemana.