¿Cuánto y qué emiten? El mapa de la energía en África
El 22 de abril de 2018 se marcó en el calendario de Ciudad del Cabo como El Día 0. La subida de la temperatura global unido a la escasez de lluvias desembocó en una de las mayores sequías en la ciudad. Sudáfrica es de largo, el país que mayor CO₂ emite per cápita en África: multiplica hasta por ocho la media continental y se sitúa en el decimotercer puesto a escala global con 8,17 toneladas métricas de dióxido de carbono emitidas por cada habitante y 433,57 en total. Sudáfrica es el único país del continente que utiliza carbón como principal fuente de energía. Un combustible que es el más contaminante y del que depende el 88% de la electricidad del país. No solo ello, sino que sus considerables reservas han transformado al país en la columna vertebral de su economía: el 30% de su producción viaja al extranjero, lo que se traduce en el 12% de sus exportaciones totales, y es el quinto mayor exportador mundial de carbón. [ihc-hide-content ihc_mb_type="show" ihc_mb_who="4,5,6" ihc_mb_template="3" ]
El segundo puesto en el podio lo ocupa Libia. En el país del norte de África se emiten 6,85 toneladas métricas de CO₂ por cada ciudadano, seis veces más que la media continental. Aun así, el total de sus emisiones queda muy lejos del sudafricano. En 2019 emitió en total 45,89 toneladas métricas, es decir, 10 veces menos que la emisión de Sudáfrica. Con 53 millones de habitantes menos, Libia registra uno de los porcentajes de emisión por habitante más altos del continente. La razón: el petróleo. El país cuenta con las reservas de crudo más abundantes del continente con algo más de 41 millones de barriles y es el suministro eléctrico principal para los libios. A pesar de tener casi 90 millones de habitantes, 30 más que Sudáfrica, la República Democrática del Congo es el país menos contaminante de África. El país de África Central emite 0,03 toneladas métricas de CO₂ per cápita y 2.21 en total. En este caso, el uso de combustibles fósiles es casi inexistente y el país subsiste a través del uso de biocombustibles y residuos hasta en un 90%. En el sector de los transportes, los biocombustibles son la alternativa más práctica y económica a los combustibles tradicionales. Ubicado en la cuenca del Río Congo – el segundo río más caudaloso del mundo – el país posee también petróleo o gas natural, pero debido a la ausencia de una infraestructura sostenible y un sistema de producción autosuficiente, no ha sido capaz de explotarlo. No solo eso, sino que tiene una gran posibilidad en recursos naturales. En 2019, el potencial de la energía hidroeléctrica superaba los 106.000 megavatios en un país donde la tasa de electrificación era de un 6% y la producción apenas llegaba a los 3.000 megavatios.El sueño de convertir la gran vía fluvial en una fuente inagotable de recurso ha figurado en los planes de diferentes empresas y potencias extranjeras. La australiana Broken Hill Propriety Company o la española ACS ya intentaron sacar adelante la construcción y puesta en funcionamiento de la presa Grand Inga, un plan que cayó a pique por el riesgo político y la inestabilidad democrática frente a una inversión de alrededor de 80.000 millones de dólares.
Más de la mitad de países no llegan a 1 tonelada per capita
De los 55 países en el continente, tan sólo 16 emiten más de 1 tonelada métrica de dióxido de carbono per cápita. Es decir, más de la mitad de África tiene una huella climática menor a la media del continente, que se fija en 1.1 de toneladas métricas per cápita. Hasta 29 países están por debajo de 0.5. Gran parte de los países menos contaminantes del continente se sitúan en la región de África Central, mientras que los países más contaminantes se sitúan predominantemente en el norte y el sur del continente. Si miramos al tipo de energía más utilizado en el continente, tan sólo tres países – Túnez, Argelia y Egipto – hacen un uso expansivo y habitual de fuentes de Gas Natural y ocho – Marruecos, Angola, Botsuana, Ghana, Libia, Namibia, Mauricio, Senegal y Sudán del Sur – del petróleo. Cabe destacar la ausencia de datos para casi la mitad de países del continente. La Agencia Internacional de Energía no dispone de información sobre el principal uso de energía para 24 de los 55 países africanos, lo que impide hacer una radiografía completa del uso de energía en África. [/ihc-hide-content]