La diplomacia científica y empresarial, las armas españolas en África
Este artículo es en colaboración con la Asociación de Científicos en el Sur de África.
A finales de noviembre de 2021, el mundo entero miró a Sudáfrica. Allí, unos científicos habían descubierto una nueva variante del coronavirus que pronto se conocería como ómicron. Desde allí multitud de medios españoles contactaron con el epidemiólogo catalán Xavier Gómez-Olivé para intentar explicar qué se había descubierto, qué se sabía y qué no.
Un año más tarde, miles de kenianos pueden empezar a cruzar los 90 metros de la calle Langata en Nairobi sin tener que esquivar el tráfico tras acabar las obras de los cinco puentes para peatones construidos por la empresa española Centunion.
Entre el epidemiólogo y el puente no hay ningún vínculo directo, pero ambos son la muestra de la impronta española en el este y sur de África. Más allá de la diplomacia pública, la presencia empresarial y la científica son dos fuertes armas diplomáticas que vinculan a España con unas regiones al sur del Sáhara tradicionalmente desconectadas.
En la primera visita oficial de un presidente español a Kenia y Sudáfrica, Pedro Sánchez se ha reunido con empresarios y con la Asociación de Científicos Españoles del sur de África. La falta de conexiones históricas y vínculos políticos refuerzan el papel de la economía y la ciencia en ser imagen de España en África subsahariana. Su presencia debe aprovecharse para pasar página de un modelo único de cooperación con ayuda al desarrollo a uno en el que España se confirme como un país que teje vínculos en sectores punteros de tú a tú con el continente.
La diplomacia económica: un alto valor comercial
Sudáfrica tiene una gran importancia económica para España, con más de 2.700 millones de valor comercial entre ambos países. Sin embargo, en Kenia, el mercado está abierto a incrementar. “Creo que España debería mostrar más su poder para ofrecer soluciones tecnológicas a Kenia y esta debería ofrecer oportunidades para el comercio”, asegura Johnson Kilangi, creador y CEO de Lean Africa Consultants.
Kilangi trabajo desde 2008 a 2014 en ICEX en Nairobi, la entidad pública española encargada de promover la labor de empresas españolas en la región. “España tradicionalmente no ha sido muy visible en Kenia, considero que ambos países no han explotado el potencial que tienen entre sí”. En total, las exportaciones de España a Kenia son de 137 millones de dólares, y las importaciones de tan solo 45,9 millones. Una docena de empresas españolas están presentes, especialmente en campos como la energía y la infraestructura.
La diplomacia científica: calidad y enseñanza con Marca España
Sin embargo, no toda la diplomacia privada en África es puro negocio. El ejemplo del epidemiólogo es solo uno sobre los vínculos de innovación que conectan a España con África. “Los científicos españoles aportamos imagen sobre la calidad de la enseñanza e investigación hecha en España”, asegura Álvaro De la Cruz-Dombriz, presidente de la Asociación de Científicos en el Sur de África. “Me gusta decir que somos como una infantería de marina que desembarca y rompe el hielo, fomentando los proyectos bilaterales, las visitas científicas y el paso de la manida cooperación a la colaboración entre iguales.
De la Cruz-Dombriz es cosmólogo y llegó en 2015 a trabajar a la Universidad de Ciudad del Cabo por su atractivo científico. “Sudáfrica es una potencia mundial en Astronomía, dada la instalación aquí, al igual que en Australia, del Square Kilometre Array, una colaboración de los mayores telescopios del mundo de la que España forma parte y que estudian frecuencias muy bajas”. Sin embargo, no solo es en su sector donde triunfa.
Cuatro años más tarde, el cosmólogo fundó la Asociación de Científicos de Sudáfrica, ahora renombrada tras expandirse a catorce países del sur del continente y que incluye a 76 asociados. Con ella buscan colaboraciones con colegas africanos y oportunidades para científicos españoles, una labor que De la Cruz-Dombriz considera vital para la imagen española en el sur del continente. “La diplomacia económica y cultural tienen gran importancia, pero la imagen de país desarrollado científicamente juega en la liga entre poder blando y poder duro”.
Tener a un catedrático granadino de física de partículas como Nico Orce liderando a las futuras generaciones de físicos sudafricanos en Ciudad del Cabo e introduciendo el primer experimento africano en el mayor centro de investigación nuclear del mundo es diplomacia científica. Como también lo es contar con el Centro de Investigación Sanitaria de Manhiça en Mozambique, un centro referencia en la investigación de tuberculosis creado por la colaboración de científicos españoles y mozambiqueños hace ya veinte años.
“España no tiene un pasado colonial en esta región, de modo que la imagen ha sido neutra o incluso muy desconocida lo cual puede ser una ventaja a fin de construir una imagen de país aliado y comprometido”, asegura De la Cruz-Dombriz. Saber utilizar de manera responsable las armas de la diplomacia empresarial y científica y mostrar apoyo público a su labor es vital para generar una Marca España positiva e incrementar las relaciones bilaterales con África subsahariana.