Kadi se pensó bailarina

🇧🇫 Burkina Faso se enfrenta a sus propios fantasmas y conflictos intercomunitarios agravados por la actividad terrorista que controla al menos el 60% del territorio

Querido miembro premium de África Mundi, esto es un reportaje único para África Mundi de una de las pocas periodistas occidentales que viven en el Sahel y la única en Burkina Faso. Èlia es una fuente incalculable de valor periodístico y es un lujo poder comprarle reportajes tan únicos como este. Espero que lo disfrutes. En agosto publicaremos algunos análisis de colaboradores. Todo ello es gracias a tu implicación, así que mil gracias.

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Kadi Bobo preparando la escenografia de su solo durante un ensayo en Bobo-Dioulasso. @Elia Borràs

Antes de subir al tapiz para bailar, Kadija Sanou (27 años) toca con el dedo índice el suelo y se lo lleva al pecho. “Cuando somos pequeñas y salimos a bailar durante las ceremonias tocamos los pies de los mayores antes de comenzar para recibir sus bendiciones”, explica esta bailarina. La conocen como Kadi Bobo y hoy, un martes de mayo a las 22 horas, ha ido a entrenar al patio de la casa del coreógrafo burkinabé* Serge Aimé Coulibaly.

 “Quiero comprar unos mangos para la madre de Serge”, dice de camino a casa, situada en el barrio popular sector 24 de Bobo-Dioulasso, al oeste de Burkina Faso. “Yaba, anihoula” [“abuela, buenas tardes”, en lengua diula], saluda al entrar, y le ofrece los 10 kilos de mangos que ha cargado con una mano mientras conducía tranquilamente con la otra. “Bailo desde que soy pequeña, no sé decirte, est-ce que tu comprends? y frunce la nariz. Preguntar si sabes bailar en Burkina Faso es como preguntar si sabes respirar; una obviedad. La pregunta es: ¿qué bailas?

Kadi habitualmente viste ropa cómoda, pero para la entrevista en el estadio municipal de Bobo-Dioulasso se ha presentado con vestido y tacones. 

Allí se celebra la última semana de mayo la Semana Nacional de la Cultura. Un evento bianual que se suspendió por la pandemia en 2020 y también por la inseguridad en 2022. Burkina Faso es un país estrangulado por el yihadismo, y la inestabilidad política: solo en 2022 hubo dos golpes de Estado.  El actual jefe de Estado, el capitán Ibrahim Traoré, llegó al poder el 30 de septiembre de 2022 con un solo objetivo: hacer la guerra y reconquistar el territorio nacional. El gobierno no tiene sobre la mitad del país, especialmente de cinco de las trece regiones: la región Sahel, Este, Norte, Boucle de Mouhoun y parte de la Centre-Nord.