Etiopía: ¿el fin definitivo a la guerra en Tigray?
"No esperábamos que fuera tan rápido"
. Ni un periodista con larga trayectoria como Samson Berhane, redactor jefe del diario etíope The Reporter, esperaba que el pasado 2 de noviembre el gobierno de Etiopía y el Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT) se sentaran pluma en mano para firmar un acuerdo de paz. Se acababan de cumplir dos años de una guerra que parecía no tener fin tras resumirse en agosto la lucha armada por un alto al fuego que fracasó, pero la cosa ahora hay esperanza. "La mayoría de etíopes ahora creemos que la paz prevalecerá"
, nos cuenta Berhane.
La realidad es que todos quieren que así sea, pero nadie lo tiene claro. Hay muchas dudas sobre un proceso de paz que algunos medios como The New York Times describen casi como una capitulación del FLPT en favor de un Ahmed que ve la firma como "una victoria histórica". El desarme tigriña y la entrada del Ejército federal puede acabar siendo inaceptable para una población que ha visto como esos soldados han cometido todo tipo de violaciones de derechos humanos. Por mucho que se haya decidido en un despacho, implementarlo será harto complicado.
A ello tienes también que añadir quien no está dentro del acuerdo. Este menciona que todas las tropas que no sean del Ejército etíope deben abandonar la región de Tigray, pero no se ha consultado ni a Eritrea, que tiene gran parte de la culpa de que el gobierno federal resistiera y avanzara en las últimas semanas, ni a las milicias Amhara también aliadas con Ahmed. Estos últimos reclaman las tierras como suyas, así que no será fácil y desde Eritrea les animan a no aceptar y respetar el acuerdo. ¿Te imaginas al gobierno etíope contra Eritrea y Amhara unida al FLPT en un nuevo giro de los acontecimientos? ¿Vuelta a la situación pre-Ahmed?
Doce días después de la firma en Sudáfrica, auspiciada por la Unión Africana y con el rol clave de mediador del expresidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, todavía no ha entrado un camión de ayuda humanitaria en Tigray. Sí, los pasos se dan con reuniones en Nairobi y se promete el acceso, pero nada de nada. Mientras solo un 9% de los hospitales están operativos y no hay vacunas, insulina ni antibióticos en una región donde tres de cada cuatro necesitan ayuda humanitaria, 5,2 millones de personas. Ellos deberían ser el foco.