Escalada terrorista en Somalia: Al-Shabaab responde con muertes
"Gran explosión escuchada en Mogadiscio". Seguir en Twitter al periodista somalí Hussein Mohammed es encontrarse con ese tuit cada dos por tres. Rara es la semana donde no hay un anuncio de atentado. Este pasado sábado, los tuits fueron más allá: al menos 100 personas han sido asesinadas y 300 heridas en un doble ataque bomba en la capital de Somalia.
La explosión fue dirigida a las puertas del Ministerio de Educación, donde estudiantes recién graduados buscaban recoger sus certificados de secundaria. El grupo yihadista Al-Shabaab reivindicó orgulloso el ataque asegurando que en ese edificio se educa a la gente. Al-Shabaab significa en árabe "la juventud" y muchos de sus ataques se dirigen contra jóvenes.
En mayo, el presidente Hassan Sheikh Mohamud volvió al poder tras un primer periplo entre 2012 y 2017. Lo hizo con una promesa: pasar a la ofensiva y declarar la guerra total a Al-Shabaab. Los terroristan llevan desde 2006 atacando el país y controla al menos el 20% del territorio, con estimaciones de que podrían tener hasta 12.000 miembros y ganar hasta 120 millones de dólares anuales con inversiones, impuestos y tráfico ilícito. Desde el anuncio, el grupo yihadista ha aumentado sus ataques en una demostración de poder.
Para conseguirlo, el presidente somalí ha recurrido a Estados Unidos. Desde que se afiliara en 2012 a Al-Qaeda, el grupo ha sido prioridad estadounidense. Joe Biden ha revertido la decisión de Donald Trump de retirar a los 450 militares en el país y ahora se plantea aumentar los ataques dirigidos con drones tras la petición local. Mohamud ha prometido que no cesarán en su empeño a pesar del aumento de las muertes, sino que seguirán. En la última década los yihadistas han acabado con más de 4.000 vidas en Somalia, siendo uno de los peores grupos terroristas del mundo.