El sur de África, arrinconado y señalado por la aparición de Omicron
Enfado e impotencia. Esas son la sensaciones que llegan desde el sur de África. El pasado 24 de noviembre de 2021, Sudáfrica alertó la alerta de una nueva variante de la Covid-19 que estaba extendiéndose rápidamente por el país. En dos semanas, Omicron –denominada con la letra griega por la Organización Mundial de la Salud (OMS)– ha protagonizado el 75% de las nuevos casos sudafricanos. Su origen y efectos todavía son inciertos. El país hasta el momento tan sólo ha dado el aviso a la OMS sobre la existencia de la nueva variante. Desde entonces, el mundo se ha cerrado a cal y canto al sur del continente. La Unión Europea y otros países como Reino Unido, Estados Unidos o Israel han cerrado las fronteras con hasta ocho países de África Austral como Sudáfrica, Botsuana, Namibia, Zimbabue, Malaui, Mozambique, Esuatini y Lesoto. Tan solo los dos primeros han reportado presencia de Omicron.
Los primeros casos se descubrieron en Sudáfrica, Botsuana y Hong Kong. En Europa, el primer aviso lo da una ciudadana belga. La mujer, que no estaba vacunada, viajó a Egipto vía Turquía, sin ningún vínculo reciente con países del sur de África. Ahora ya hay alrededor de 20 contagiados por la nueva variante en Europa: en Bélgica, Países Bajos, Alemania, Dinamarca, Italia y Austria. Mientras tanto desde Sudáfrica no dan crédito. El ministro de Salud en el país, Joe Phaahla, ha calificado de "draconiana" la reacción internacional con el continente. Las autoridades apuntan a una injusta respuesta global envalentonada por una gran paradoja: la cifra de últimos contagios en Sudáfrica se sitúa en alrededor de 2.500 casos diarios, mientras que países como Reino Unido contabiliza una media de 35.000 casos al día.
Debemos recordar que variantes como Omicron mutan con mayor facilidad en África por una razón: no llegan vacunas al continente. Mientras que en Occidente se planea y ejecuta la inoculación de la tercera dosis contra la Covid-19 solamente el 6,66% de la población continental ha recibido la pauta completa contra el virus, según datos de la Unión Africana. En África viven más de 1.200 millones de personas pero las vacunas aterrizan con cuentagotas: a día de hoy han llegado 402 millones de dosis y solamente se han administrado la mitad. Si no se vacuna al mundo entero, incluido África, seguiremos subidos a olas de contagios.