El Premio Nobel de Literatura vuelve, ¿a África?
"Estaba preparando té y no me lo esperaba, pensaba que era una llamada de spam". Así reaccionó el escritor Abdulrazak Gurnah a la concesión del Premio Nobel de Literatura. Dieciocho años después, el mayor premio de las letras vuelve al continente africano.
El quinto Nobel de Literatura africano es un ganador inesperado que no sonaba en ninguna quiniela. Ni en Twitter se barajaba su nombre, donde solo tenía una mención de hace años de una fan que pedía el Nobel para Gurnah. Pocos han leído su obra en España, entre ellos Sonia Fernandéz de Literáfricas y Chema Caballero. Originario de Zanzíbar, sus libros como Memoria de una Salida, El Camino de los Peregrinos o Paraíso, este último el suyo más famoso, reflejan los efectos de la colonización y hablan de las diásporas.
A pesar de que haya vuelto a África, la concesión del premio a Gurnah ha generado un sentimiento de contradicción y desapego al continente. Gurnah reside en Reino Unido desde su adolescencia, hace más de cincuenta años, y sus libros siempre han sido en inglés. Su victoria muestra que el comité del Nobel apuesta por autores africanos occidentalizados en su día a día y que utilizan el inglés para escribir. Un claro perdedor ha sido el escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong'o, quien escribe en su idioma local, kikuyu, y favorito en muchas quinielas durante años pero que ahora ve como se disipan sus opciones.