El genocidio alemán en Namibia: laboratorio y campo de pruebas del exterminio nazi

🇳🇦 El genocidio de hereros y namas entre 1904 y 1908 perpetrado por las tropas coloniales alemanas prefiguró algunas de las tácticas que luego fueron empleadas por los nazis en el Holocausto.

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“Alemania no tendrá ninguna autoridad moral para declarar su compromiso con la Convención de las Naciones Unidas contra el Genocidio, expiación alguna incluida por el genocidio en Namibia, mientras siga respaldando el equivalente a un holocausto y a un genocidio que está ocurriendo en Gaza”, se leía en un comunicado del gobierno namibio del pasado mes de enero. 

Con estas palabras, el recientemente fallecido presidente de Namibia, Hage Geingob, le afeaba a Alemania su decisión de no respaldar la denuncia de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Penal Internacional. Geingob reaccionó a esa postura señalando la incapacidad de Alemania “para aprender de su horrenda historia”. Y no, no se refería al Holocausto judío, o no solamente.

Ensombrecido por la magnitud y cercanía del Holocausto nazi contra los judíos, es mucho menos conocido el que se considera el primer genocidio del siglo XX: el cometido por el ejército colonial alemán contra los hereros y los nama entre 1904 y 1908 en el territorio que hoy es Namibia. 

El desencadenamiento de aquel exterminio es similar al que vemos en Palestina: el Ejército de una gran potencia reacciona ante la muerte de varios cientos de sus compatriotas con  la determinación de aniquilar por completo la estirpe de los atacantes.

En este atroz juego de matrioskas, en el que una matanza contiene la anterior y condiciona las posteriores, no se puede ignorar el hilo que emparenta el genocidio cometido por Alemania en Namibia con el ejecutado tres décadas más tarde en su propio territorio. 

Varios historiadores han destacado las similitudes y continuidades entre el genocidio herero y el Holocausto judío. La espiral ascendente de violencia fue alimentada con discursos y conceptos análogos, los métodos empleados en Auschwitz se practicaron de forma embrionaria en Namibia, e incluso los nombres de algunos de los perpetradores se repiten en ambos casos.