El auge del consumo de drogas en África
En África el khat es una droga común en el Cuerno de África, pero nadie vence a la marihuana, la droga reina por excelencia. Nigeria encabeza el consumo de cannabis con alrededor de 20,8 millones de personas, le sigue Etiopía con 7 millones, Egipto con 5,9 y República Democrática del Congo con 5 millones de consumidores, según el Informe Global de Cannabis de 2019. En lo más bajo de la lista, Zimbabue y Malaui son los dos países que menos marihuana consumen en el continente, con 1,1 y 1,2 millones de personas respectivamente.
Su consumo no está solamente ligado a la aceptación del mismo sino también a las cada vez menos barreras legales.
[ihc-hide-content ihc_mb_type="show" ihc_mb_who="4,5,6" ihc_mb_template="3" ]
Descargar mapa en pdf
En 2018, el Tribunal Constitucional sudafricano legalizó el consumo y cultivo de cannabis en espacios privados. En Ruanda, se permitió la producción y el procesamiento de marihuana medicinal con el objetivo de maximizar sus ganancias. A pesar de que el consumo sigue siendo ilegal en el país, su producción y uso sí está permitido a distribuidores autorizados como farmacias. El caso más reciente es el de Marruecos. El país del norte de África es uno de los mayores productores mundiales de cannabis y proveedores de subproductos ilegales como el hachís. Ahora, está a un paso de legalizar la marihuana para fines medicinales.
En un estudio realizado en 2016 a pacientes de diez centros de tratamientos de desintoxicación de diferentes países africanos, cinco registraron que la marihuana era la principal droga detrás de la adicción. En 2018, el 60% de la resina de cannabis incautada en todo el mundo, estaba en África. De esa, el 98% provenía de la región norte del continente, sobre todo de países como Libia o Marruecos.
Por lo demás, el consumo de otras drogas en África dependerá de la zona y la sustancia en cuestión. Si hablamos de opiáceos como la heroína, su uso es más común en África del Este, sobre todo en países como Kenia, las islas Mauricio y Seychelles. Además, su consumo en la región es provocado principalmente porque es un significante punto de entrada y salida de la heroína entre África y el resto del mundo.
Por otro lado, se estima que 4,6 millones de personas en África Occidental, Central y del Norte han consumido opioides, incluido el análgesico opioide sintético tramadol. A pesar de los fines médicos del analgésico, su consumo se frecuenta ya con usos no médicos. Es una de las drogas que amenaza con aceptarse entre la sociedad como un impulsor de energía y una ayuda para mejorar el estado de ánimo.
El éxtasis no es propio de una región en concreto sino que su uso se extiende por distintos puntos del continente. Entre ellos: Egipto, Sudán, Nigeria y Sudáfrica. Por su parte, la cocaína se asienta en gran parte en África Occidental y Central.
[/ihc-hide-content]