¿Cómo se conecta África a internet?
🌐 Más de 16 cables submarinos conectan al continente africano a internet. Algunos de los más potentes son Equiano o el cable panafricano, 2Africa.
¡Hola, hola! ¿Cómo vais? Espero que bien y disfrutando de la Semana Santa.
Hace unos días, nuestra amiga y compi, Èlia Borrás, preguntó por un grupo de WhatsApp si nos funcionaba el internet en África. La verdad es que no, pero David, que unos días atrás había estado en Kenia, no entendía como si estaba en Burkina Faso, le podía afectar a él a cientos de kilómetros. Poco después saltó la noticia que tres de los cinco cables de fibra óptica que van por el Atlántico y sirven al oeste y sur de África se habían roto misteriosamente, dejando a una docena de países sin internet.
A raíz de esta pregunta de Èlia y un poco de curiosidad, surgió el mapa de hoy. Espóiler: he sudado la gota gorda haciéndolo. Espero que os guste.
Según la noticia, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Liberia, Benín, Burkina Faso, Camerún… y hasta Sudáfrica habían sufrido interrupciones. En Liberia y Benín se bajó a un 20% de conexión, pero el peor parado fue Costa de Marfil, que solo tenía un 3% de conectividad. Internet tardó en volver a la normalidad cuatro días, y no precisamente porque se hubiesen arreglado los cables. Estos iban a tardar hasta cinco semanas, así que las compañías consiguieron transferir sus servicios a los otros dos cables. MainOne, uno de los cables más afectados, dijo que lo había transferido a Equiano, propiedad de Google.
El 99% de la conexión a internet por el mundo va por estos cables y cada vez hay más que rodean a África, pero aun así la media de acceso a internet en África es todavía del 33%. Hay mucha diferencia entre países y cierra la cola República Centroafricana, donde la conexión es solo es del 10%, en la capital de Bangui y poco más.
Los cortes de internet suponen un grave perjuicio económico, aunque a menudo sean hechos adrede ante la tensión social por gobiernos poco dados a la libertad. El año pasado, Etiopía perdió 1,59 mil millones de dólares por cortes de internet, el segundo país del mundo más afectado. En febrero, un ataque de rebeldes hutíes a un naviero acabó rompiendo un cable submarino en el Mar Rojo que llevaba internet a Europa. La cosa no fue a mayores porque se optó por transferir los datos vía el Sistema de Cables de África Occidental (WACS, por sus siglas en inglés). Ahí empezaron las teorías conspiratorias.
Ahora sin el WACS se podía considerar que fuese un ataque, pero ¿para qué? Las compañías de cables submarinos recalcaron que una rotura por actividad humana estaba descartada. A veces pescando puede ocurrir, al igual que con un ancla, pero la rotura se produjo a 3 kilómetros de profundidad y ahí es casi imposible que la mano humana tuviera que ver. Que se rompieran varios a la vez tampoco lleva a pensar en un ataque a una empresa. Por el momento, lo más probable es que el causante fuera un pequeño terremoto en el fondo marino. Las inundaciones en el Congo son un caso frecuente de avalanchas de agua por el cañón subterráneo que lleva el río Congo al Atlántico y han provocado siete roturas desde el año 2020.
Sea lo que fuere, la realidad es que este caso ha destapado dos cosas. Por un lado, que África es más frágil ante las roturas de fibra óptica y tarda días, ya que no cuenta con tantas alternativas de cables como otras zonas del planeta. Por otro, que romper cables submarinos puede ser utilizado como una táctica para desconectar al mundo y realizar ataques y que si un cable se rompe en el Mar Rojo, puede acabar afectando que no puedas enviar un WhatsApp a tu madre.