A China no le interesa tomar partido en el conflicto del Sáhara Occidental
🇨🇳🇪🇭 El país asiático apostará por su estrategia de no intromisión porque le interesa seguir teniendo buenas relaciones con Marruecos, pero también con la RASD
El 21 de marzo, apenas tres días después de que España anunciara que se posicionaba a favor de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se reunió con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra, en Pekín. El anuncio de España empeoró el conflicto por el territorio en disputa y Wang parecía decidido a aclarar la posición de China: “Ciertos países se preocupan por los juegos geográficos, (pero) tenemos una larga historia y apoyamos la paz y la justicia”.
China fue el primer país en criticar públicamente el cambio, señalando su apoyo a Argelia contra Marruecos. El país argelino es un aliado desde hace mucho tiempo del movimiento de liberación del Sáhara Occidental, el Frente Polisario, y alberga a más de 175.000 refugiados saharauis en Tinduf.
En 2020, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Desde entonces, la Casa Blanca ha trabajado para que sus aliados europeos favorezcan los intereses marroquíes. Hasta esa reunión en Pekín a finales de marzo, el gobierno chino no se había pronunciado, remitiéndose a su posición histórica: el apoyo a una solución internacional negociada por la ONU. Sin embargo, varios medios de comunicación estadounidenses y europeos interpretaron las palabras de Wang como una expresión de la voluntad de China de intervenir en el conflicto, convirtiéndose en un factor clave en la competencia por el poder regional del Magreb. Sin embargo, estos medios malinterpretan su posición.
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