1960, el año de las independencias
Liberia y Etiopía son los dos únicos países sin experimentar una colonización propiamente dicha, y Ghana el primer país de la región subsahariana en independizarse en 1957.
A lo largo de 1960, 17 países sellaron el final del dominio colonial europeo en gran parte del continente africano. Fue un año clave en los procesos de independencia. El 1 de enero de 1960, el Camerún francés inauguró el dominó, y anunció su independencia como República de Camerún durante la presidencia de Ahmadou Ahidjo. Más tarde, en 1984, la parte británica se federó y se adhirió a la escisión francesa. Desde entonces, Camerún vive un conflicto con base en la lengua que ha provocado una de las mayores crisis humanitarias de la región.
El norte frente al resto del continente
Liberia fue el primer país en proclamarse como tal, y es que como Etiopía, nunca experimentó un proceso de descolonización propiamente dicho. En 1847, tras años de hogar y colonización por parte de antiguos esclavos estadounidenses, que no de Estados Unidos como potencia colonizadora, Liberia consiguió hacer honor a su propio nombre, que deriva de la palabra latina liber que significa “libre”. El 26 de julio de 1847 los colonos afroestadounidenses declararon la República de Liberia.
Pero Liberia fue una excepción y es que hasta 1922 ningún país consiguió la independencia en África. Bien es cierto que, a pesar de que Egipto dejó de ser un protectorado inglés en 1922, los británicos mantuvieron un control férreo del país hasta su salida total en 1952. Los colonos colocaron en el poder del país al rey Faud I, un monarca aliado y además, se impusieron ante el control del Canal de Suez, un punto estratégico imprescindible en el flujo comercial. En aquel momento, la organización regional de la Liga Árabe con sede en El Cairo jugó un papel fundamental en la amplificación de un proceso pacífico independentista. Libia se independizó en 1951, Marruecos y Túnez en 1956 y Sudán en 1956.
La agitación colonial en la zona del Magreb pronto se extendió hacia África Subsahariana. En Ghana, también conocida como ‘la Costa de Oro’ durante la colonización europea, Kwane Nkrumah fundó el primer partido de gobierno contra la cooperación con los británicos. En 1951 ganó las primeras elecciones de la historia del país y presionado por las huelgas y manifestaciones, el Conde de Listowell, hasta entonces gobernador británico, inició el proceso de descolonización el 6 de marzo de 1957.
El año de África y una descolonización atropellada
A las puertas de los años 60, Francia ofreció a todos los países colonizados la posibilidad de separarse de la República Francesa. A pesar de un proceso de descolonización abrupto y cuasi total, Camerún fue el primero en aceptar la propuesta. En abril de ese mismo año lo haría Togo, y en agosto hasta siete países como Costa de Marfil, Burkina Faso, Mali o Mauritania. A raíz del dominó de independencias africanas en 1960, Naciones Unidas reconoció por primera vez el derecho a la autodeterminación de los pueblos a través de la Resolución 1514.
Por su parte, las colonias británicas emprendieron un proceso descolonizador distinto al francés. Siguiendo un proceso de varias etapas que incluían desde el otorgamiento de la autonomía hasta la liberación absoluta, en alguna ocasión se optó por la fusión de dos o más territorios coloniales. Es el caso de la Federación de las Rhodesias y Nyasalandia, hoy Malawi.
Por otro lado, Bélgica y Portugal lideraron procesos más disruptivos que tomaron sus consecuencias en los países africanos años más tarde. Ruanda fue escenario de uno de los mayores genocidios con base en las diferentes etnias y el sistema de castas que diseñaron los belgas. Los colonos portugueses no abandonaron Angola y Mozambique hasta mediados de 1975, cuando una gran parte del continente ya estaba independizado.
Los restos secesionistas
Los procesos descolonizadores en África propiciaron la inestabilidad democrática, el deterioro de los sistemas de gobernanza y una sociedad desigual e inconclusa. Desde que República Centroafricana obtuvo su independencia en 1960, los combates entre los grupos armados musulmanes y los insurgentes critianos no han cesado. Mientras tanto en Somalia, continúa una guerra civil que dió inicio con la caída de la dictadura comunista de Siad Barre en 1991.
Además, la redefinición política e identitaria de gran parte de los países descolonizados ha impulsado la irrupción de nuevos procesos separatistas y movimientos de independencia. Se calcula que aproximadamente — movimientos separatistas están activos a lo largo de África. Aún así, hasta hoy tan sólo dos han tenido éxito: el de Eritrea de Etiopía en 1993 y el de Sudán del Sur de Sudán en 2011.
Precisamente este último, Sudán del Sur, es el país más joven del continente y del mundo. Tras un exitoso referéndum que se celebró el 9 de julio de 2011, el gobierno sudanés de Omar al-Bashir aceptó la división del país tras 50 años de conflictos entre el norte y el sur. Hoy, Sudán del Sur está sumido en la lucha étnica entre el presidente, Salva Kiir, de la etnia mayoritaria dinka, y su vicepresidente, Riek Machar, de la etnia nuer. El conflicto ha provocado casi 3.800.000 personas desplazadas. [/ihc-hide-content]