11 películas como patrimonio audiovisual de África
Por el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, seleccionamos once largometrajes que sirven como una ventana a los distintos mundos africanos.
“Los archivos audiovisuales nos cuentan historias sobre la vida de las personas y las culturas de todo el mundo. Representan un patrimonio inestimable y una afirmación de nuestra memoria colectiva, así como una valiosa fuente de conocimientos, ya que reflejan la diversidad cultural, social y lingüística de nuestras comunidades. Nos ayudan a crecer y a comprender el mundo que todos compartimos” - UNESCO.
Este viernes fue el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual. El lema este año fue “Tu ventana al mundo”. Desde Africa Mundi queremos honrar el día y la temática abriendo esta ventana al mundo y cultura africana con algunas de las películas o largometrajes más icónicos. La selección de estas tratan temas como problemáticas sociales, culturas y tradiciones étnicas y así como migración en el continente.
El hombre que vendió su piel (Túnez, 2020): nominada a un Oscar como mejor película de habla no inglesa, la película narra el viaje del joven Sam Ali. Este deja Siria para encontrarse en Europa con quien será su futura esposa. Una vez en Bruselas, Sam conoce a un artista contemporáneo, de quien se deja tatuar debido a su precaria situación económica. Le queda así tatuado en su cuerpo el visado de Schengen que Sam no podía conseguir, y se convierte en una prestigiosa obra y una indignación para los activistas de derechos humanos; alejándose cada vez más de la libertad.
El padre de Nafi (Senegal, 2019) trata de dos hermanos se enfrentan por el matrimonio de sus hijos. Los jóvenes sueñan con irse a Dakar y convivir con el modernismo, pero deberán encontrar una forma de liberarse de los conflictos de los adultos. En el pequeño pueblo de Senegal en el que viven chocan dos visiones del mundo, uno moderado y otro extremista.
Timbuktu (Mauritania, 2014) fue nominada a los Premios Oscar como mejor película de habla no inglesa y ganadora de seis Premios César. El filme narra la vida de una familia maliense durante la toma yihadista de Tombuctú. Este drama muestra el caos de la ciudad, al cual es arrastrado Kidane, el padre de familia, cuando accidentalmente mata a un pescador y se ve arrastrado a enfrentarse a las leyes impuestas por el nuevo régimen extremista religioso.
Difret (Etiopía, 2014). La palabra del título significa “coraje” en amhárico y la película narra el juicio que fue precedente para la prohibición del secuestro de niñas. Hirut Assefa, representado a Aberash Bekele, es secuestrada para casarla con un hombre. Cuando la chica de 14 años intenta escapar termina disparándole a su futuro esposo. La fundadora de la Asociación de Abogadas de Etiopía, Meaza Ashenafi, viaja a la ciudad para representar a Hirut en el juicio.
Los caballos de Dios (Marruecos, 2012) está inspirada en una novela de Mahi Binebine y rememora los ataques terroristas de 2003 en Casablanca. Cinco jóvenes son convencidos por su líder espiritual, el imán Abu Zubeir, para comenzar su preparación, hasta que este les dice que han sido escogidos para ataques suicidas a favor del radicalismo islámico. En el atentado causan la muerte de 45 personas. La película fue nominada en los Oscar en la categoría de mejor película internacional.
El Cairo, 678 (Egipto, 2010) se enfoca en el acoso sexual al que son sometidas las tres protagonistas. Estas mujeres, de diferentes clases sociales, son acosadas públicamente en Egipto y llegan a la conclusión de que la justicia no hará nada por ellas, así que deben tomar el asunto por sus propias manos. Basada en hechos reales, cuando una de ellas le clava un cuchillo a uno de sus acosadores, se convierte en una controvertida heroína. Fue premiada en el Festival Internacional de Cine en Dubái.
Teza (Etiopía, 2008) narra el viaje de Anberber, un médico, que tras emigrar intenta seguir siendo leal a su país, al que regresa sesenta años después. Al regresar a su tierra natal, se siente alejados de los suyos y la decepción y el pasado lo persiguen. Esta película fue galardonada en los Festivales Internacionales de Venecia, Dubái, Cartago y Róterdam.
Daratt, estación seca (Chad, 2006) narra el conflicto interno de Atim, que tras adentrarse en la vida de Nassara se encuentra en un dilema. El padre de Atim murió a manos de Nassara antes de que este naciera, por lo cual tras cumplir 15 años Atim debe vengar la muerte de su padre. Pero al llegar a la ciudad, Nassara toma bajo su protección a Atim como aprendiz en su panadería.
Moolaadé (Senegal, 2004) narra el enfrentamiento entre los valores del respeto al derecho de asilo (moolaadé) y la tradición de la ablación (salindé). Collé Ardo está en contra de la “purificación” que sufrió de niña y por la cual perdió a dos de sus hijas y se opone a que su tercera hija pase por eso, así que cuando se encuentra con cuatro niñas que están escapando de este ritual, las acoge.
Yeelen (Mali, 1987) narra la historia de Soma, quien es parte de una orden de hechiceros y en una de sus visiones se entera de que su hijo, Nianankoro, causara su muerte. Soma decide matar a su hijo. Este logra escapar, pero lo persigue por todo África Occidental. Fue alabada por la crítica y galardonada con el Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
Sarraounia (Níger, 1986) fue ganadora del Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú. El filme comienza con la coronación de la reina de los Aznas, Sarraounia, que juró defender a su tribu de cualquier enemigo. Paul Voulte y Julien Chanoine, colonizadores, planean conquistar las tierras para el imperio francés, arrasando así con las aldeas que encuentran a su paso. Sarraounia lucha por la independencia y la paz.